Humo
Te aferras simplemente a algo tan efímero, qué llega a sorprender. Lo más deseado que llevabas años anhelando y de repente, un soplo de alegría te envuelve por una milésima de segundo y, resulta que para ti es una eternidad, pero enseguida se desvanece, como por arte de magia.
La siguiente historia, comenzó con un encuentro casual que posibilitó la comunión de dos almas sin necesidad de recorrer una larga distancia. Con un premio que otorga la vida, quizá, para compensar demasiados sinsabores.
Cuando, por fin, ella se armó de valor para adentrarse en un mundo donde siempre quema el asfalto, porque siempre camina descalza y se abriga tan sólo de ilusiones y fantasías, portando esperanza y nada más en su mochila. Lo hizo para demostrar a lo humano y a lo divino, que no existe el tres sin dos y que aquella no sería la última vez que lo intentara, aunque volviera a perder.
Deseaba estar con él, eso era lo único que siempre tuvo claro, porque claro estaba que sólo así se sentiría llena y podría iniciar la exploración de unas sensaciones que siempre circunnavegaron su mente, llevadas a la deriva por una marea de placeres insospechados, que la alejaba al mismo tiempo de una realidad en la que estaba prisionera.
Quería salir del abismo de incertidumbre, no iba a dejar qué nadie difamara por hablar; una sucesión infinita de pecados lujuriosos resonaba en sus oídos a cada paso que daba. Entre gemidos, aquella delicada muchacha de naturaleza tímida, pasiva y cálida se adentró con la sensación de ser el “plato” del día en la oscura guarida de un depredador, para templar la tibia piel y propiciar que, por dos cuerpos que se desean, fluyera un río de besos y caricias, un torrente de pasión y sensualidad, del encuentro de dos corazones uno que no se sabe y el otro que desea ser devorado por la bestia.
No estaba muy convencida cuando llegó hasta él, pero quería probar, porque intuía que acabaría sucumbiendo ante ella y, como siempre, le bastó una mirada para derrotarlo, fue una mirada cargada de intención, penetrante y como declaración formal del comienzo de las hostilidades, que a él lo cogió completamente en una sorpresa que, poco a poco, fue convirtiéndose en un juego pícaro y sensual que los llevó al olvido del mundo que los rodeaba y se dejaron atrapar en la red de una pasión sin límites.
Su piel se iba erizando, el cosquilleo de su aliento y sus palabras lo fueron consumiendo, su cuerpo era preso de escalofríos de placer que aumentaban más la intensidad de unos mordiscos que lo llevaban a saborear las sonrosadas areolas de unos pechos jóvenes y duros, que prometían locura y frenesí, hasta que un estruendoso grito de placer derrumbó una vieja y ajada pared pintada de negro.
Cuanto más se aferraba al deseo de no sentir, mas le daba aquella muchacha, ansiosa por tenerlo a su merced, abandonada a profundos gemidos que aumentaban más la seguridad en el hombre que terminó por apretar sus labios con sabor a menta, contra la boca de una mujer excepcional que lo tenía a su merced.
Los espasmos eran incontenibles, su pecho torturado, empezó a estremecerse y con sus manos poderosas se aferró a ella, que percibió el olor un sexo húmedo y empapado que lo embriagaba y excitaba aún más.
Ella se mostraba tranquila, sabiendo que a pesar de la excitación que sentía, dominaba la situación, manejándose con parsimonia y tocando los puntos ·sensibles” de un hombre que le iba mostrando sus secretos a medida que ella ofrecía sus caricias, en un contacto que el hombre no deseaba que acabara y no acabaría hasta que ella lo condujese hasta lo más profundo y leyese en sus ojos que estaba a punto de alcanzar el orgasmo, un espasmo que la mujer no iba a consentir en un juego que era más locura que pasión y sobre el que ella mantenía el control. Quería mantenerlo excitado, ahogado en suspiros, pero sin soltar las riendas de aquella bestia.
Sus manos se crisparon hiriendo una piel, cerrando los ojos, dejó escapar un reguero transparente que se deslizó entre sus piernas, el aroma qué desprendía, lo excitó hasta la locura y la humedad de su cuerpo fue a más, el juego llegaba a su fin y destellos de fuego en sus mejillas lo anunciaban, ya lo tenía doblegado y se dejaba hacer. Supo que había domado la bestia y sólo entonces permitió que la fuerza brutal de sus dedos surcaran el camino que conducía hasta, consintiendo atrevidas maniobras que lograron encontrar el más preciado tesoro que la mujer había reservado hasta ese momento y dejó que se abalanzara sobre ella y que la azotara y la girase contra la una helada pared que sufrió los embates de unos pechos como rocas, logrando que ella se estremeciera y empezara a mover las caderas rítmicamente. Un nuevo azote antes de parar para que ella tuviera un poco se du propia medicina, siendo consciente que había recuperado su papel de depredador, de dominador de la escena. La fue acariciando con lentitud para demostrar que el también sabía llevarla a lo más profundo, ella no paraba de gemir y retorcerse de placer, hasta que empezó a gotear en un último suspiro, extenuada por perder el control, también se entregó y se dejó hacer…
Irene Vilchez

MUY BUENO
Excelente
No hay palmas! Ole y ole!
Me ha encantado!
Por dios, que sudores . Magnífico.
Maravillosa exposición del deseo.
Magnífico, una escritora fantástica que consigue sacarte el sudor de la frente , enhorabuena Irene.
¡Es genial Irene! una literatura fantástica donde enmarca una descripción fenomenal de emociones y sentimientos humano. ¡Que agradable sorpresa!
Me he puesto nervioso…muy bueno.
Gracias.
Sin palabras… Wowwww
No dejes de asombrarnos
Genial como tu misma, llena de placer y ternura desprendiendo amor por todos los poros de tu piel, gracias corazón
Excitante y sensual pone en manifiesto el acto más hermoso de hacer el amor con toda la pasión y frenesí del ser humano,dando rienda suelta a la imaginación de las mentes más perversas y obscenas en un «cóctel de frutisexo completo y lujurioso»…
Genial Irene ❤️
Simplemente magistral, sabiendo transmitir emociones y sensaciones a través de la escritura
Buenísimo no, lo siguiente, frases salidas de un corazón puro y una mente limpia, gracias de corazón por ser como eres.
Me encanta que me aconsejen cosas bonitas como lo que acabo de leer
Eres buena!
¡¡Bien!! Esperando, ya, el siguiente.
Maravilloso cómo siempre. Gran manejo del relato , muy descriptivo, la fluidez de sentimiento, erotismo, sensualidad…….sencillamente ESPECTACULAR. Muchas Gracias Irene !!